BRICS: Cronologia de la Historia de Rusia

"Moscú I" de Kandinsky (1916)

El término BRICS se emplea para referirse a los cuatro países con economías emergentes más importantes del mundo, y engloba a Brasil, Rusia, India y China, que en el año 2050 o antes, en el caso de China, podrán dar alcance a las principales economías del mundo.

Entre este grupo de países, Rusia presenta una fuerte economía, tanto por la riqueza de sus recursos naturales y energéticos, como por su PIB, su crecimiento sostenido y el volumen de sus exportaciones, al igual que por la cifra de habitantes y su extensión.

Evolución política

La política de Rusia en el siglo XIX fue el gobierno absoluto de sus zares (Imperio Ruso). Los zares concentraban todos los poderes, decretaban las leyes, designaban ministros y tenían autoridad religiosa. 

En 1812 la relaciones tirantes de Francia con Rusia se rompen. Napoleón prepara la invasión de Rusia, y tras durísimas batallas, Francia aniquilada se rinde. Alejandro I, el vencedor de Napoleón, inició su reinado con reformas liberalizadoras, pero tras las guerras napoleónicas llevó a cabo una política ultraconservadora.

El zar Nicolás I

Los movimientos de los liberales burgueses causan temor en los gobernantes absolutistas de Austria, Rusia y Prusia, que se integran en la Liga llamada Santa Alianza, que intervenía en los países europeas donde surgían ideas revolucionarias.

Con Nicolas I se inició una etapa de mayor expansión imperialista y de mayor represión. La revolución decembrista que en 1825 estalló en San Petersburgo fue aplastada. El zar ejerció su influencia en toda Europa, atemorizando con su ejército, como lo hizo acabando con los nacionalistas húngaros sublevados contra el emperador austríaco.

El gobierno de Nicolás I fracasó en su política económica, pues se endeudó y tuvo que hacer frente a las revueltas campesinas a causa de la miseria y el hambre. Su última aventura fue la guerra de Crimea contra el imperio otomano, exigiéndoles el derecho ruso a tutelar las comunidades ortodoxas en los Balcanes. La guerra fue para el zar una cruzada en defensa de la religión y una lucha contra las ideas liberales de occidente. La derrota rusa significó su pérdida de influencia en los Balcanes y la neutralización del mar Negro. Rusia se convirtió en una potencia de segundo orden.

A su muerte, su sucesor Alejandro II firma la paz en el Congreso de París (1856), Inglaterra, Francia, Austria, Prusia y Piamonte se comprometen a garantizar la integridad del Imperio Turco, de Serbia y Rumanía. La guerra de Crimea y su fracaso despierta las ideas liberales entre los intelectuales rusos.

Alejandro II inició una política liberalizadora, una de sus reformas más importantes fue la emancipación de los siervos en 1861, tras vencer a la oposición de los terratenientes. Los siervos consiguieron su libertad y tierras, pero al tener que pagar por sus tierras a sus antiguos amos, no mejoraron sus condiciones de vida, sino que empeoraron debido a los altos impuestos.

El asesinato de Alejandro II fue la respuesta a la derrota de Rusia en la guerra de Crimea (1853-1856) y a la insurrección polaca (1861-1862), y dio paso al reinado de Alejandro III y a los primeros años del de Nicolás II que se reafirmaron en el gobierno autocrático y personal. Nicolas II fue promotor de la conferencia por la paz que se celebró en La Haya en 1899.

La oposición revolucionaria fue reducida y desmantelada, la censura de prensa fue endurecida y se reafirmó la autocracia zarista.

Manifestantes en la revolución
de febrero de 1917.

El hambre de 1891 convenció a moderados liberales de la necesidad de reformas políticas y renació la actividad clandestina. Algunos intelectuales influenciados por el marxismo, crearon en 1898 el Partido Social Demócrata Ruso, cuya actividad se desarrollaría en el exilio, a los que se afiliaron radicales como Lenin o Trotsky. Intelectuales neopopulistas que veían en el campesinado la verdadera clase revolucionaria rusa crearon en 1901 el Partido Social-Revolucionario que recurrió a la violencia como forma de acción política.

El estallido revolucionario en 1905, fue precedido por conflictos sociales, movimientos agrarios, huelgas y disturbios en toda Rusia, pero la revolución se presentó por la derrota que el ejército ruso sufrió en la guerra con Japón. Las causas de la guerra fueron las diferencias entre Rusia y Japón sobre sus respectivas áreas de influencia en Manchuria y Corea. La marina japonesa destruyó a la flota rusa, y tras la mediación de EEUU se firmó la paz. Rusia cedió parte de las islas Sajalín, reconoció los derechos de Japón sobre Corea, y pagó fuertes indemnizaciones de guerra.

Bandera de la revolución comunista.

La presión de los acontecimientos por el desastre militar, la reacción liberal y el malestar popular forzaron al zar a realizar cambios políticos. Pero la revolución finalmente fue aplastada por la fuerza. El ejército y la policía restauraron el orden, muchos fueron ejecutados y otros, entre ellos Lenin y Trotsky, deportados o condenados a prisión.

Restablecido el orden público, se inició un plan de reformas: establecimiento de un sistema moderno de gobierno por consejo de ministros, reforma de la educación, mejoras en el ejército, extensión del sistema ferroviario y la reforma agraria.

La Primera Guerra Mundial avivará el descontento contra el régimen absolutista y la miseria. La revolución rusa fue uno de los acontecimientos clave en la historia del siglo XX. La Gran Guerra sometió a tensiones brutales a la sociedad rusa y provocó la revolución que acabó con la autocracia zarista.

En noviembre de 1917 triunfó la primera revolución comunista de la historia. Los cambios emprendidos por la revolución transformaron radicalmente la economía y la sociedad. La revolución se produjo en un contexto de conflictos sociales en toda Europa. El poder político de Nicolás II se desintegraba. El costo de la vida se había triplicado en poco tiempo y la mortalidad aumentaba debido al intenso frío y la falta de combustible. La falta de abastecimiento provocó motines y huelgas, los insurrectos exigían la abolición de la autocracia.

Al dimitir el gobierno zarista se constituyeron dos partidos diferentes, los mencheviques que intentaban la revolución liberal; y los bolcheviques, partidarios de la revolución marxista. Los bolcheviques tomaron puntos estratégicos de Petrogrado, el 25 de octubre de 1917, el II Congreso de los Soviets confió el poder al Consejo de los Comisarios del Pueblo, dirigido por Lenin.

Lenin, líder del sector bolchevique y
principal dirigente de la revolución.

Lenin dirigió con mano de hierro al nuevo estado soviético a través de un periodo de horror y calamidades. La Primera Guerra Mundial, la revolución y la Guerra Civil golpearon con dureza a Rusia.

Trotsky, comisario de exteriores, negoció el fin de la Gran Guerra con Alemania en el Tratado de Brest-Litovsk en 1918. Con la tregua Lenin construye el sistema comunista organizándose para defender el país de ataques interiores y exteriores. La etapa de comunismo se caracterizó por la Guerra Civil (1918-1921) entre los comunistas y los partidarios del régimen liberal. Terminada la Guerra Civil el país se encontraba en difícil situación económica y Lenin aplica unas leyes conocidas como Nueva Política Económica (NEP) para recomponer la economía.

Soldados rusos rindiéndose.

En 1922 Lenin abandona el poder, y será Stalin quien se haga con el poder desde 1927 hasta 1953. Stalin gobernó y consolidó un régimen muy duro y autoritariso. El terror stalinista configuró uno de los grandes regímenes totalitarios del siglo XX. La consolidación del régimen Stalinista hizo que los revolucionarios de 1917 con tendencias liberales y democráticas abandonaran su lucha.

En 1941 la Unión Soviética entra en el bando aliado de la Segunda Guerra Mundial y repele importantes ofensivas alemanas. Las pérdidas del ejército alemán en la batalla de Stalingrado son cruciales para la victoria aliada. La derrota de Alemania comenzó en Stalingrado y llegaron a quedarse sin defensa terrestre para frenar el avance de las tropas aliadas, aunque aún la guerra se prolongaría un año más.

La destanilización empezó apenas éste murió, se denunciaron sus aberraciones y se liberaron a millones de prisioneros de los campos de trabajo forzado. Khrushchev se convirtió en el nuevo secretario del partido. Pero tras su dimisión lo sustituyó Breznev, cuyos fines eran regularizar las relaciones con occidente en la década de los 70 y obtener así los beneficios del comercio mundial. Breznev tuvo dos sucesores que duraron un año cada uno, y en 1985 apareció un hombre joven con un programa de grandes cambios, Mijail Gorbachov.

Mijaíl Gorbachov y Vladimir Putin.

La idea de la reestructuración de Gorbachov era mantener una doctrina comunista con una estructura económica similar al capitalismo. La tarea necesitaba mucha valentía, las reformas (Perestroika) de Gorbachov fueron resistidas por el partido comunista que trató de tomar el poder en 1991. Gorbachov dimitió y ahí terminaron los 74 años de la URSS. Ese mismo año, Boris Yelsen fue elegido presidente de Rusia y dimitió a finales de 1998, nombrando a Vladimir Putin como sucesor, un político poco conocido.

En el año 2000, Putin fue elegido presidente con mayoría de votos contra el candidato del partido comunista, y aún continúa su mandato en la actualidad.

Evolución económica

Durante la primera mitad del siglo XIX, Rusia permanece ajena a los cambios económicos y sociales de la Revolución Industrial. Es un país rural y la mayoría de sus campesinos son siervos. La economía se basa en la agricultura, con una estructura arcaica y escasa modernización técnica.

En el siglo XIX, su economía estaba muy atrasada, siendo más frecuente el pago en especie y el trueque que el uso del dinero. La economía monetaria se desarrolló después de la liberación de los campesinos de la servidumbre feudal. Las grandes distancias que separaban los centros mineros de las principales ciudades obligaron al gobierno a construir ferrocarriles, factor que desencadenó la tardía industrialización rusa.

La agricultura estaba limitada por las difíciles condiciones climáticas, muy atrasada con prácticas de labranza muy antiguas. La mayoría de las tierras estaban en manos de las clases altas, pero eran los siervos liberales los que pagaban más impuestos.

La Plaza Roja (1896)

La emancipación de los siervos en 1861 posibilitó el crecimiento económico y el desarrollo del capitalismo. La industrialización hizo de Rusia en 1899, la cuarta potencia en producción de hierro y acero. Su red de ferrocarriles fue a principios del siglo XX la más extensa de Europa. La producción textil en Moscú creció espectacularmente, Bakú se convirtió en el primer centro petrolero del mundo, crecieron las ciudades y la población urbana, y con ellos los servicios, las profesiones liberales, las escuelas, las universidades y la clase obrera industrial.

La producción agrícola aumenta de 1881 a 1914, los capitales sobrantes irán a pagar las deudas que la industria y el ferrocarril tienen con los capitales europeos. El auge del desarrollo del ferrocarril y la construcción del Transcaspiano, Transaraliano y Transiberanio se hará con capitales europeos. Estas líneas ferroviarias van a posibilitar la ocupación de los extensos dominios asiáticos.

Ferrocarril ruso Transiberiano.

La economía de Rusia ha experimentado cambios radicales desde el colapso de la URSS, que llevó una economía aislada de planificación centralizada a un modelo globalmente integrado. En el siglo XXI el sector servicios representa el 56% del PIB. En comparación con la época soviética, el nivel de vida actual en Rusia es más alto y en las grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo los salarios son los más elevados.

El sector petrolero de Rusia abarca de exportación, extracción, transporte y procesamiento del crudo y sus derivados. El país ocupa uno de los primeros puestos por volumen de extracción de petróleo. Las principales empresas rusas pertenecen al sector petrolero y gaseoso, le siguen las siderúrgicas, de transporte y metalúrgicas. Las principales exportaciones de Rusia son cereales, metales, madera, maquinaria y equipamiento, además del petróleo.

Su moneda oficial es el rublo. Los últimos datos sobre la economía rusa dibujan un panorama algo mejor del sufrido por el país en la crisis financiera mundial. El PIB ha crecido levemente, las sanciones impuestas a Rusia costarán a su economía una rebaja del crecimiento y un aumento de la inflación y del coste del crédito en los próximos dos años.

El rubo, moneda oficial rusa,

Desde la llegada de Putin en el 2000, el consumo se ha ido convirtiendo en uno de los motores del crecimiento, impulsado a su vez por una mayor redistribución de las ganancias por ventas de energías. Gracias a la exportación de petróleo y el auge de sectores como la distribución, los servicios financieros o la construcción, los ingresos de la población aumentaron desde 2001 hasta alcanzar una tasa media anual del 5% en 2013.

Sin embargo, esta dependencia del consumo y las sanciones que mantiene aún occidente han presionado al alza los precios. Las sanciones rusas aprobadas en agosto de este año a importaciones de alimentos procedentes de la UE, EEUU, Australia, Canadá y Noruega, subieron la inflación y el desplome de su moneda, el rublo.

Actualmente Rusia pierde cerca de 40.000 millones de dólares al año debido a la sanciones internacionales por su política en Ucrania y por la caída de los precios del petróleo.