"Campesinos durmiendo la siesta" de Vincent Van Gogh (1890) |
Los jóvenes españoles están entre los más pesimistas de Europa, sobre su futuro laboral, piensan que vivirán peor que sus padres y muchos planean irse a otros países en busca de trabajo. Aunque España nunca ha destacado por tener una tasa de desempleo baja, la crisis ha dejado más de cinco millones de parados y se ha cebado en especial con los jóvenes.
Emigrantes españoles en los años 50 |
Pero de repente la inmigración dejó de ser un problema, ya no hay riqueza, no hay trabajo, ni siquiera hay un mal trabajo para los españoles. Ahora somos los propios españoles los que sufrimos la explotación indigna de los salarios bajos, trabajos muy mal pagados, sin condiciones laborales y dispuestos a los que sea por un mísero salario.
Ahora ya no nos vamos de vacaciones al extranjero. No sólo se van a Alemania, los españoles emigran a cualquier país de la Unión Europea, pero también a Brasil, Argentina, Chile o México..., y mucho más lejos, hasta Nueva Zelanda o Australia. Desde EEUU a China, pasando por los Emiratos Árabes, podemos encontrar jóvenes españoles trabajando.
Nuestros jóvenes están sobradamente preparados, hablan idiomas y no le tienen miedo al mundo de fuera. El desempleo en los jóvenes ronda sobre el 50% y si no fuera por la fuerte emigración de la juventud en los últimos años aún sería peor. A partir del año 2008 la emigración española se ha disparado y continúa con una evolución creciente a medida que se ha ido prolongando la crisis.
Los jóvenes españoles tienen poca confianza a la hora de buscar trabajo y más de la mitad piensan que hay mejores oportunidades en el extranjero. Son muchos los jóvenes formados que ya han abandonado el país, decepcionados por la falta de oferta laboral.
La reforma laboral aprobada por el gobierno ha supuesto abrir más las puertas al empleo precario y temporal. Los recortes que se han hecho en el campo de la investigación han hecho que España se enfrente a una fuga de cerebros que a largo plazo repercutirá en el país tanto social como económicamente.
Lo peor de esta situación es que no se sabe cuánto tiempo va a durar. Los jóvenes que se van piensan que será algo temporal, creen que estarán trabajando fuera un tiempo hasta que pase la crisis para después volver a casa y encontrar trabajo aquí. Pero pienso que nuestros emigrantes de hoy volverán a España pero sólo de vacaciones. Muchos jóvenes han crecido con un nivel de vida que muy difícilmente van a ser capaces de mantener aquí. Y es que nuestro gobierno no ha sabido abordar el problema de la crisis y ciertamente fuera de nuestro país nuestros jóvenes vivirán mucho mejor que aquí.
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